NO SON SEXO

Una exposición revolucionaria llena de matices que pretende jugar con los prejuicios que laten ún hoy, en pleno siglo XXI, en la mente de losespectadores, tanto masulinos como femeninos. Podéis pasar a verla en Tu Librería de Siempre, en Calle El Troncho nº 6, Mogarraz (Salamanca) del 1 de Noviembre al 3 de Diciembre.

Esta pequeña exposición de dibujos comenzó como homenaje al arte erótico de los postimpresionistas de finales del S.XIX y las vanguardias que le siguieron en el S.XX. El trabajo de versionar figuras femeninas pintadas o dibujadas por V. van Gogh o P. Gauguin, se fue convirtiendo en ejercicios de pensamiento filosófico. Se transforman en una reflexión de conceptos como femenino, feminismo, masculino, machismo, sexualidad, erotismo, etc.

Si “todo arte es erótico”, como dijo G.Klimt, enfatizar a través de dibujos explícitos lo femenino realzando la belleza de su sexualidad es profundandamente controvertido. Aún hoy día, tanto para lo masculino y el machismo inherente a gran parte de él como para una parte del feminismo y su lucha liberadora, mostrar cuerpos de mujeres desnudas o semi vestidas es una transgresión moral o ideológica aún difícil de asumir por mis coetáneos. 

En ese sentido, los eslóganes feministas que lucen varias versiones de E.Schiele pretenden concienciar y reconciliar ambos extremos y a la vez superar esas dicotomías. Así, las obras originales recogen una tradición artística que evoluciona desde la visión decimonónica de lo erótico hasta la actual y que se enfrenta con los nuevos paradigmas de la globalización, la ruptura de visiones artísticas ya superadas, la ficción o la productividad. Retratos de mujeres actuales, reales, que rompen con los clichés de sexualidad, atributos, trabajo, erótica, maternidad, abnegación,etc. 

Siguiendo esa línea, el viejo mito de Afrodita y Ares, se sintetiza en el collage: donde Ares ha quedado relegado a la representación de los macabros machismos que en el S.XX produjeron los mayores horrores de la historia; mientras que Afrodita aparece como garante de la recuperación del mejor concepto posible de humanidad. Es una visión subjetiva, pero los hechos son los que son y se pueden constatar. 

El poder femenino como soberanía absoluta de su cuerpo y su imagen sigue en lucha contra prejuicios sociales, paradigmas geopolíticos y construcciones culturales. La patología social contra la que esta exposición lucha, como dijo Julia Elena Rial, aún trae consigo “ a una mujer que recupera los cuernos de Lucifer para dominar, herir o destruir”. 

El siglo XXI pide una consciencia entre mujeres y hombres sin dominación o conflicto entre sí, donde lo erótico puede traer nevas imágenes de lo femenino si somos capaces de despojarlo de una vez por todas del sesgo machista que lo sigue cohartando.

La exposición quiere repasar la visión del pasado pero también mostrar el presente y dejar abierta la visión de un futuro de la erótica femenina con identidad propia y seguro; esto es, sin amenazas masculinas ni machistas de ningún tipo.